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Utilidad de la biopsia selectiva del ganglio centinela en el cáncer de vulva en estadios iniciales

Introducción

El cáncer de vulva es un tumor maligno femenino poco frecuente, con una incidencia de 3000 casos nuevos por año en Europa. Representa del 3 al 5% de todos los cánceres ginecológicos (1). La afectación linfática regional es uno de los factores pronósticos más importantes en la evolución clínica de los pacientes con tumores sólidos(2); de hecho, se ha observado una supervivencia libre de enfermedad a los 5 años del 97,9% en pacientes intervenidas de cáncer de vulva con tumores menores de 2 cm y ganglios linfáticos inguinales negativos, y del 87,4% con tumores de entre 2,1 y 8 cm y ganglios linfáticos inguinales negativos(3). Sin embargo, la supervivencia en caso de afectación ganglionar en estadios I y II se reduce a una tercera parte(4).

El tratamiento clásico del cáncer vulvar en estadios iniciales, consiste en la escisión radical del tumor con linfadenectomíca selectiva inguinofemoral. La eficacia de este tratamiento quirúrgico es aceptable, con una tasa de recurrencia linfática inguinal de entre 1 y 10%(3,5). De cualquier forma, sólo del 25 al 35% de pacientes con enfermedad en estadios iniciales presentan metástasis linfáticas, estando las pacientes restantes libres de enfermedad linfática a distancia(6). Estos valores son relevantes, dada la elevada tasa de complicaciones y morbilidad que presenta esta técnica, tanto en la etapa precoz (primeros 30 días) como tardía (a partir del primer mes), siendo las más importantes la celulitis (57,6%), la dehiscencia de suturas (23,6%), el linfedema (34,4%) y el linfocele (18,1%)(7).

El cáncer de vulva preferentemente metastatiza de manera bien definida a los ganglios linfáticos inguinales, por lo que es un tumor idóneo para la realización de la biopsia selectiva del ganglio centinela (BSGC)(8). Los principales beneficios de esta técnica no solo se limitan a la reducción de la morbilidad y de las posibles complicaciones postquirúrgicas, sino que también presenta otros potenciales beneficios, como la selección más adecuada de la vía de acceso quirúrgica para la exéresis ganglionar, o la decisión intraoperatoria acerca de si realizar o no linfadenectomía(9,10)

El concepto de BSGC fue desarrollado por Cabañas y colaboradores en 1977 aplicado al cáncer de pene, y desde entonces se ha adoptado como procedimiento diagnóstico rutinario tanto en el melanoma como en el cáncer de mama en estadios iniciales(11,13). Desde 1994 se han realizado múltiples estudios sobre BSGC en cáncer de vulva, evidenciándose un valor predictivo negativo con radiocoloide mayor del 95%(11,12,13,14,15,16). Recientemente se han publicado las recomendaciones de la European Association of Nuclear Medicine para la realización de la BSGC en tumores ginecológicos, incluyendo las recomendaciones para la BSGC en el cáncer de vulva en estadios iniciales(17).

El objetivo del presente estudio fue evaluar en nuestro centro la utilidad de la técnica de localización del GC en pacientes con cáncer de vulva en estadios iniciales y el pronóstico de las pacientes en relación a las complicaciones postquirúrgicas y la tasa de recurrencia linfática inguinal.