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Viabilidad miocárdica y SPECT de perfusión con 99mTc-MIBI: acerca de dos casos clínicos

Introducción

La función ventricular es el mayor predictor pronóstico en el paciente con enfermedad coronaria, patología que ha crecido exponencialmente en las últimas décadas. La reversibilidad de la disfunción sistólica en pacientes con infarto de miocardio ha sido valorada desde la década de 1980 por Rahimtoola y colaboradores, quienes evidenciaron el beneficio de la revascularización miocárdica de pacientes con compromiso de la función ventricular(1).

La detección de viabilidad miocárdica es un componente más en la evaluación diagnóstica de los pacientes con enfermedad coronaria conocida y disfunción sistólica del VI. Numerosos estudios han demostrado que la disminución de la fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI) mantenida en el tiempo, no siempre es un fenómeno irreversible relacionado con el infarto previo(1,2). La función ventricular global o regional puede mejorar sustancialmente y aún normalizarse, luego de la terapia de reperfusión ya sea mediante revascularización quirúrgica o percutánea. Esta forma reversible de disfunción ventricular es denominada hibernación miocárdica, la cual se considera secundaria a múltiples insultos isquémicos en forma crónica, con adaptación metabólica del miocito a esta situación. La distinción entre miocardio viable (hibernado) y no viable (fibrosis) es de vital importancia dado que la conducta terapéutica y el pronóstico es estadísticamente diferente y mejor en aquellos pacientes en los que se demuestra viabilidad y son por tanto pasibles de revascularización(3,4).