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Valoración de la sincronía mecánica del ventrículo izquierdo mediante Gated SPECT y análisis de fase

Aspectos clínicos

La disincronía mecánica el VI ha sido estudiada por análisis de fase en diferentes poblaciones que incluyen sujetos normales y en pacientes con diferentes tipos de trastornos de la conducción como bloqueo de rama derecha (BCRD), bloqueo de rama izquierda (BCRI), pacientes con disfunción del VI y pacientes con marcapasos(22). Los resultados demuestran que el DSF y el ABH pueden diferenciar estos grupos en los que se esperaba existiera una disfunción mecánica, del grupo control normal con función ventricular conservada y probabilidad de enfermedad coronaria <5 % (fig. 2). La significación estadística para todas las comparaciones fue de p<.0001. Un estudio que incluyó 125 pacientes con FEVI <35% (23) mostró que los individuos con anormalidades en la perfusión o QRS prolongado tuvieron un mayor grado de disincronía mecánica (fig. 3). Un reciente trabajo investigó 20 pacientes con defectos reversibles en los estudios de perfusión que comprometían más del 10% del miocardio y 20 pacientes normales, reportando ausencia de cambios significativos en DSF y ABH entre los estudios de reposo y estrés o entre ambas poblaciones de pacientes(24). También mostró falta de correlación entre el tamaño del defecto y la variación en DSF o ABH. Aunque la presencia de grandes defectos reversibles puede no alterar la sincronía del VI dado que los estudios de estrés se adquieren casi siempre alrededor de una hora después de inyectado el radiotrazador, por tanto los datos obtenidos mediante el análisis de fase reflejan casi siempre una situación de “reposo”, en algunas ocasiones puede existir “atontamiento” miocárdico post estrés con asinergia contráctil persistente, por lo que se aconseja aplicar al análisis de fase a los estudios de reposo para determinar la existencia de asincronía basal. Aún no se ha determinado si la isquemia producida en el máximo estrés afecta la sincronía mecánica del VI, lo cual podría ser detectable con mayor sensibilidad si se adquiere el estudio más precozmente.

Figura 2.
Figura 2. Paciente de 77 años, sexo femenino con disconfort torácico atípico y disnea CF II. Arriba: ECG mostrando BCRI. Abajo: estudio de perfusión miocárdica sensibilizado con dipiridamol que no demostró isquemia, FEVI 64%. Análisis de fase sin evidencia de disincronía significativa: DSF = 15.8° y ABH = 53° (imágenes cortesía Dr. Federico Ferrando y cols).
Figure 3.
Figure 3. Paciente de 64 años, sexo masculino con IAM previo y cirugía de revascularización. Disconfort torácico atípico, insuficiencia cardíaca CF III. Arriba: ECG con BCRI. Abajo: estudio de perfusión miocárdica sensibilizado con dipiridamol que muestra extensas secuelas de IM anterior, apical, septal e inferior sin isquemia asociada, FEVI 28 %. Análisis de fase con evidencia de disincronía: DSF = 49.6° y ABH = 165° (imágenes cortesía Dr. Federico Ferrando y cols).