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Valoración de la sincronía mecánica del ventrículo izquierdo mediante Gated SPECT y análisis de fase

Introducción

El Gated SPECT de perfusión miocárdica es una técnica ampliamente usada para la detección de isquemia, valorar la respuesta al tratamiento, estratificar el riesgo, establecer un pronóstico, evaluar el tamaño de un infarto e investigar la viabilidad. Adicionalmente, aporta información útil sobre la función ventricular mediante el cálculo de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI), dada la gran difusión y confiabilidad de los métodos automáticos desarrollados para tal fin(1). Debido al enorme progreso de las modalidades de diagnóstico y tratamiento de la enfermedad coronaria (EC) durante las últimas décadas, cada vez más pacientes sortean los episodios agudos y llegan a etapas evolucionadas, pero muchos fallecen por insuficiencia cardíaca (IC). Del mismo modo, la incidencia de miocardiopatía dilatada de etiología no isquémica es también significativa en los países occidentales, contribuyendo a la morbi-mortalidad por IC. En los Estados Unidos, más de 5 millones de individuos sufren de falla cardíaca crónica y se diagnostican aproximadamente 500.000 nuevos casos anualmente, mientras que cerca de un millón se hospitalizan por descompensación aguda(2). Se estima que los costos directos e indirectos del tratamiento de la IC en el año 2006 alcanzaron en ese país casi 30 mil millones de dólares(3). Dado que la IC se acompaña muchas veces de trastornos témporo-espaciales en la contractilidad ventricular - en especial cuando se asocian trastornos de la conducción eléctrica tipo BCRI - restando eficiencia a la función de bombeo del VI, la terapia de resincronización cardíaca (TRC) puede beneficiar a algunos pacientes en estadio final, mejorando su sintomatología y sobrevida(4). Sin embargo, los criterios tradicionales para la selección: a) insuficiencia cardiaca sintomática clase funcional III o IV de la New York Heart Association (NYHA); b) refractariedad al tratamiento médico; c) FEVI ≤ 35% y d) duración del QRS >120 ms resultan sub óptimos, ya que entre un 20 % y 40 % de pacientes que cumplen con estos criterios no responden favorablemente a la TRC(5). En efecto, se ha reconocido que la disincronía eléctrica del ventrículo izquierdo (VI) está determinada por la duración de QRS y que no necesariamente representa la disincronía mecánica, por lo tanto no es un predictor seguro de la respuesta a la TRC(6). Por otra parte, múltiples estudios señalan que la investigación de la disincronía mecánica del VI por métodos imagenológicos puede ser más eficaz y hasta indispensable para la predicción de la respuesta a la TRC(7,8). La investigación de la sincronía mecánica del VI se puede llevar llevar a cabo mediante varias técnicas imagenológicas tales como ecocardiografía con Doppler tisular, la resonancia magnética cardíaca, la ventriculografía isotópica planar y la ventriculografía SPECT (gated SPECT blood pool). En 2005 se introdujo el análisis de fase de los estudios Gated SPECT de perfusión miocárdica para la investigación de la disfunción mecánica del ventrículo izquierdo, permitiendo así el estudio simultáneo de la perfusión, la función sisto-diastólica y la sincronía de la contracción miocárdica(9). El análisis de fase, basado en la técnica de Fourier, ya se aplicaba desde la década del 80 a los estudios de ventriculografía isotópica planar.