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Función sistólica del ventrículo izquierdo con SPECT gatillado usando dos softwares comerciales y uso de regresión comparativa

Introducción

El SPECT miocárdico es una técnica bien establecida para la evaluación de pacientes con múltiples patologías cardiacas, especialmente enfermedad coronaria (EC), con buena aceptación clínica para la determinación de parámetros de perfusión y función del ventrículo izquierdo con relevancia en el manejo terapéutico(1,2).

Diversos softwares se han desarrollados para el cálculo de volumen de fin de diástole (VFD), y de fin de sístole (VFS) y fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI). Entre los comerciales más utilizados en nuestro medio se encuentran Cedars-Sinai QGS (QGS) y Emory Cardiac Toolbox (ECTb). Varios autores han comparado sus métodos de procesamiento respecto a resonancia magnética cardíaca, ecocardiografía, ventriculografía isotópica SPECT ventriculografía por contraste e imágenes simuladas(3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14) demostrando buena correlación con las técnicas isotópicas. De la misma manera se ha estudiado la correlación de parámetros funcionales entre programas de procesamiento de imágenes SPECT, tanto para volúmenes de fin de sístole, diástole y fracción de eyección del ventrículo izquierdo(9,11,12,15).

Existen diversos métodos para la detección de bordes miocárdicos, QGS se basa en el ajuste gaussiano de los perfiles de cuentas en las imágenes brutas, pudiendo detectar niveles muy bajos de perfusión, además de preservar los gradientes de la superficie miocárdica tridimensional, extrapolando los gradientes de puntos inmediatamente adyacentes a áreas no perfundidas(16). Por otro lado, ECTb registra el punto de mayor actividad miocárdica en cada pixel de la imagen, estableciéndolo como el punto medio entre endocardio y epicardio, asumiendo que el grosor del músculo cardiaco en el fin de diástole es de 1 centímetro, y en el fin de sístole de 2 cm(17). Adicionalmente, ECTb incluye entre sus herramientas la posibilidad de aplicar un algoritmo matemático a los parámetros funcionales para extrapolar los resultados a otros escenarios.

A pesar de la aparición de programas con capacidad de procesar automática y manualmente los estudios cardiacos, se observan diferencias importantes en los valores netos calculados, a pesar de tener buena correlación entre ellos. Estas diferencias pueden conllevar a malas interpretaciones si no se tienen en cuenta, en especial en grupos de mayor riesgo como insuficientes cardiacos o renales, ya que en un mismo estudio pueden encontrarse diferencias incluso mayores al 10% para FEVI, pudiendo influir de manera importante en el manejo  y pronóstico(20). Por esto se prefiere utilizar siempre el mismo software.

No conocemos trabajos publicados que evalúen la utilidad de las ecuaciones de regresión entre software mencionadas para minimizar diferencias en la práctica clínica de cardiología nuclear.