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Estudio gammagráfico de la disfunción de las glándulas salivales en pacientes con cáncer diferenciado de tiroides tratados con yodo radiactivo

Discusión

En el presente trabajo se confirma que la afectación de las glándulas salivales es frecuente (53% de nuestra casuística) en pacientes que reciben una dosis ablativa de 131I. Sin embargo, a pesar de existir distintos grados de daño a las glándulas salivales, el mismo no fue claramente dependiente de la dosis recibida, al menos en el rango utilizado. Aunque la dosis más alta (200 mCi) en la población investigada la haya recibido una sola paciente, existió un espectro de dosis intermedias que no guardaron relación con los grupos de severidad de disfunción glandular encontrados.

El sexo del paciente tampoco fue un factor que determinara el grado de disfunción glandular salivar en nuestro estudio. Sin embargo, se evidenció una tendencia de los varones a experimentar disfunción glandular más leve, aunque la diferencia con las mujeres no revistió significación estadística. Tal relación necesitaría ser confirmada a través de estudios con mayor número de sujetos.

Caglar et al (12) reportaron en sus investigaciones que el peor daño glandular salivar es proporcional a la dosis total de 131I recibida. Tales observaciones no se pudieron verificar en el presente estudio, tal vez por la muestra mayor de pacientes que estos autores, o bien por diferencias étnicas o medioambientales, entre otras.

Macioszek y Baczyk(11) demostraron que la gammagrafía posee alta sensibilidad para detectar disfunción de glándulas salivales, por lo que entendemos que la herramienta diagnóstica utilizada en la presente investigación fue adecuada.

Las principales limitaciones de la investigación fueron el escaso número de pacientes, el corto periodo de tiempo de estudio ya que la patología neoplásica diferenciada tiroidea es escasa aún en nuestro hospital, y la distribución no paramétrica de los datos cuantitativos, todo lo cual se podría mejorar al realizar estudios con un mayor número de sujetos y con grupos de control, o bien de manera experimental si fuera posible.

También cabe señalar que es posible que distintos factores además del estudiado guarden relación con el grado de severidad de disfunción glandular salival. Tales factores podrían la presencia de enfermedades concomitantes, el tipo de celularidad de la neoplasia tiroidea y la medicación asociada, entre otros, lo cual no fue tenido en cuenta en el análisis.

Un estudio de estas características no se había llevado a cabo antes en nuestro medio, por lo cual los resultados obtenidos resultan de interés y se podrían extrapolar a los pacientes que se atienden de manera regular en nuestro hospital.