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Aspectos generales de protección radiológica en medicina nuclear

Introducción

Desde que en 1895 el alemán Wilhem Conrad Röengten descubriera los Rayos X, y más adelante en 1896 Henry Becquerel descubriera la radioactividad, se hizo necesaria la implementación de normas que protegieran al ser humano de las acciones nocivas de las radiaciones ionizantes, teniendo en cuenta la incidencia de efectos biológicos perjudiciales en operadores de este campo. Es así como en 1925 surge la Comisión Internacional de Unidades y Medidas de la Radiación (ICRU), la cual define formalmente las magnitudes y unidades radiológicas y desarrolla recomendaciones internacionales acerca del uso de dichas magnitudes. Por otra parte, en 1928 surge la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), cuya misión es establecer las recomendaciones sobre la protección radiológica, las cuales sirven de base para la formulación de las legislaciones gubernamentales en los diferentes países sobre el uso de las radiaciones y la radioactividad.

La Medicina Nuclear es una especialidad médica que para su desempeño requiere la administración de cierta cantidad de compuestos marcados con radioisótopos, los cuales se emplean para obtener información diagnóstica en un amplio rango de enfermedades, y también existen radionúclidos que tienen un uso terapéutico(1). Las imágenes de medicina nuclear son capaces de brindar un mapa de la distribución del radiofármaco dentro del cuerpo, dando información sobre la función de tejidos y órganos(2). Es por ello que se necesita conocer los aspectos fundamentales de la protección radiológica en el ámbito de la medicina nuclear, de manera que seamos capaces de responder las siguientes interrogantes:

  • ¿De qué debemos protegernos?
  • ¿A quiénes debemos proteger?
  • ¿Cómo podemos protegernos?

A contestar estas preguntas va dirigido este trabajo, siguiendo la máxima de que un sistema de protección radiológica tiene como finalidad proteger a los individuos, sus descendientes y la humanidad contra los riesgos derivados de las actividades humanas que puedan implicar exposición a radiaciones ionizantes, permitiéndolas de forma controlada siempre que sean beneficiosas.