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Neuroimagen funcional multitrazador en el estudio del deterioro cognitivo

Introducción

Los biomarcadores de imagen estructural (CT o RM) pueden considerarse la primera técnica a realizar en pacientes con deterioro cognitivo, ya que permiten descartar causas secundarias (vascular, tumoral, etc)(1,2). Asimismo, es posible evaluar la lesión neuronal en la enfermedad de Alzheimer a través del grado de atrofia (especialmente atrofia temporal medial), que se correlaciona con la severidad y progresión de la enfermedad, así como con los hallazgos neuropatológicos. No obstante, su sensibilidad en el diagnóstico de las fases tempranas de esta dolencia neurodegenerativa es inferior a la de la PET-FDG o de la PET-amiloide(3). A su vez, la PET-amiloide resulta más sensible que la PET-FDG para el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer en estadios sintomáticos iniciales, incluyendo la fase prodrómica o de deterioro cognitivo leve(4). Por el contrario, la PET-FDG es superior a la PET-amiloide para predecir la progresión de la enfermedad. En el caso que nos ocupa (un paciente en estudio por deterioro cognitivo), valoramos la utilidad de un biomarcador estructural (RM) frente a modalidades funcionales como la perfusión cerebral, la actividad metabólica cerebral y el depósito de beta-amiloide.