La acreditación de laboratorios de cardiología nuclear impulsa renovación de equipamiento anticuado

La edad promedio de las cámaras gamma en los laboratorios de cardiología nuclear en los EE.UU. aumentó entre 2009 y 2011, según un estudio de la Universidad de Missouri. La edad se incrementó de 6,2 años (± 4,1 años) en 2009 a 8,2 años (± 5,1 años) en 2011, encontraron los investigadores, quienes creen que la situación económica está teniendo un papel cada vez más influyente sobre decidir la adquisición de última tecnología de imagen. La buena noticia, sin embargo, es que aproximadamente el 80% de los pacientes sometidos a exámenes de cardiología nuclear está siendo estudiado usando equipos de menos de 10 años de fabricados.

Al presentar los resultados en el congreso anual de la SNMMI este año en Vancouver, el Dr. Timothy Bateman, coautor del estudio y profesor de medicina en la Universidad de Missouri, citó dos razones posibles de esta situación: por un lado, la disminución del reembolso por parte de los sistemas de seguro médico y un segundo cambio importante fue que la acreditación era un proceso totalmente voluntario hasta fines de 2012; desde esa fecha, si los laboratorios no están acreditados, no pueden recibir pacientes de Medicare, según explicó Bateman. La necesidad de acreditacón impulsa naturalmente la renovación de equipamiento, pero eso solamente ocurre desde finales de 2012. Dirigidos por el Dr. Harshal Patil, del Departamento de Medicina Interna, los investigadores llevaron a cabo una búsqueda electrónica de la base de datos de la Comisión de Acreditación Intersocietal (IAC) entre 2009 y 2011. Esta institución acredita laboratorios de cardiología nuclear en los EE.UU. en un ciclo de tres años.

Un total de 1.993 laboratorios fueron incluidos en el estudio, lo que representa el 80% de todos los laboratorios de cardiología nuclear acreditados por la IAC. Estas instalaciones tenían un total de 3.730 cámaras gamma, con un promedio de 1,9 cámaras por laboratorio. El número total de pacientes estudiados en estos servicios durante ese período fue de aproximadamente 3,4 millones.

Para clasificar el uso del equipo según su edad, Patil y colegas utilizaron cuatro categorías de cinco años. Encontraron 1.349 cámaras menores de 5 años en funcionamiento, 1.610 cámaras de entre 6 y 10 años de edad, 660 cámaras de entre 11 y 20 años y 111 cámaras con más de 20 años. En total, el 79% de las cámaras registradas en el estudio tenían 10 años o menos de fabricadas, dando cuenta de 2,8 millones de estudios (82% del total).

"La edad promedio de una cámara fue de 7,7 años ± 4,8 años, con un 36% de los laboratorios que tienen cámaras de menos de 5 años de edad y el 43% de los laboratorios reportando cámaras de entre 6 y 10 años", dijo Bateman. Los laboratorios de cardiología nuclear que contaban con cámaras de nueva tecnología eran por lo general instalaciones más grandes que los que usaban tecnología más anticuada. "Los laboratorios de mayor volumen tienden a utilizar cámaras más nuevas, y hay una leve tendencia - pero estadísticamente significativa - de los laboratorios que recibieron con retraso el estatus de acreditación, a utilizar cámaras más antiguas", dijo Bateman.

Durante el período de estudio de tres años, IAC recibió 666 nuevas solicitudes (33%) para la acreditación de cardiología nuclear y 1.327 solicitudes (67%) de reacreditación. Después de revisar las presentaciones, IAC ha otorgado acreditación a 939 laboratorios (47%), mientras que el resto de solicitudes están pendientes de resolver. Las instalaciones que recibieron acreditación venían operado cámaras gamma con una edad promedio de 6,3 años, mientras que los laboratorios con acreditación pendiente tenían cámaras con una edad promedio de 6,9 años.

En base en estos resultados, Bateman señala varias cuestiones que merecen mayor estudio; estas incluyen investigar si la edad del equipamiento es un reflejo de la calidad del laboratorio, la influencia de la realidad económica actual, o las diferencias de reequipamiento entre los laboratorios que solicitaron la acreditación voluntaria en comparación con los laboratorios que lo hicieron bajo presión, agregó.

El estudio fue apoyado por un proyecto de investigación de la Comisión Intersocial para la Acreditación de Laboratorios de Medicina Nuclear (ICANL).

Fuente: AuntMinnie