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Neuroimagen funcional en el pronóstico evolutivo de una cohorte de pacientes portadores de trastorno afectivo bipolar: estudio preliminar a partir de la técnica de neuroSPECT

Material y métodos

Se consideraron todos los pacientes estudiados y tratados por uno de los investigadores, entre enero de 2004 y junio de 2008, que presentaban un TAB diagnosticado clínicamente y con estudio de neuroSPECT; en total fueron 87 pacientes. Se incluyeron los que cumplieron un año de tratamiento efectivo con dosis terapéuticas de estabilizadores del ánimo y se excluyeron aquellos que presentaban abuso de sustancias, daño orgánico cerebral, enfermedad médica y patología grave del eje II.

Se trabajó finalmente de un modo retrospectivo sobre una muestra de 63 pacientes, 39 (62%) mujeres, con rango de edad de 14 a 68 años (promedio: 27 años). Todos los integrantes de esta cohorte habían recibido el diagnóstico clínico de TAB basado en el DSM IV y su corroboración neuroimagenológica a partir de neuroSPECT de acuerdo a los criterios establecidos previamente por nuestro grupo(7).

La muestra fue evaluada en su gravedad inicial a partir de la aplicación de la escala de Severidad de Impresión Clínica Global (CGI-S, Clinical Global Impression - Severity scale)(9), acordándose entre los investigadores un punto de corte que separó a los grupos en dos categorías denominadas “graves” y “no graves”. Esta división se realizó de acuerdo al criterio clínico de los autores y tuvo como objetivo estratificar la muestra en subgrupos que pudieran presentar características neuroimagenológicas pronósticas diferenciables. Después de 1 año de tratamiento farmacológico estable en tipo y dosis de fármacos, se realizó una nueva evaluación a partir de la escala de Mejoría de Impresión Clínica Global (CGI-I, Clinical Global Impression - Improvement scale), acordándose puntos de corte para subdividir la muestra en pacientes que experimentaron “mejoría” o “no mejoría”. Todos los pacientes fueron evaluados respecto a su gravedad, así como respecto a su mejoría, por un solo miembro de nuestro equipo, lo que evitó la variabilidad inter-entrevistador. La cohorte de pacientes fue además tabulada según la predominancia clínica de sus fases afectivas (depresiva o maníaca).

Se realizó un estudio de SPECT cerebral con 99mTc-HMPAO al inicio del tratamiento según procedimiento ya descripto(7). Se analizaron 46 áreas de Brodmann en la corteza cerebral en busca de regiones que en un análisis retrospectivo se correlacionaran con una buena o mala evolución, considerándose la fase afectiva predominante y la gravedad inicial aportada por el clínico. Una vez identificadas las áreas con significado pronóstico, se llevó a cabo una evaluación ciega que consistió en seleccionar de un modo aleatorio un subgrupo de 11 pacientes de la muestra original; este subgrupo fue presentado en forma ciega al investigador a cargo del análisis e interpretación de las imágenes, entregándose como única información la gravedad clínica del paciente al inicio del tratamiento y la fase afectiva predominante. Este análisis posterior se realizó solamente con el objetivo de determinar cualitativamente la consistencia interna de los indicadores pronósticos, ahora aplicados a pacientes individuales. De acuerdo a los resultados cuantitativos obtenidos, se calculó la sensibilidad y especificidad de cada patrón neuroimagenológico con valor pronóstico.